En 2016 surge la cesta de productos ecológicos, cuando por demanda de sus clientes, a quienes se les sirvió prime­ramente huevos ecológicos de su finca, descubrieron que tenía la posibilidad de ofrecer otros productos. Su principal objetivo era llegar a todos los rincones y a las personas que no tienen fácil acceso a estos productos y desean comer sano.

El 70% de los productos provienen de una asociación de productores de Granada, que incluye los términos de Valle de Lecrín, zona tropical de Almuñecar, Salobreña y Motril y la parte de Sierra Nevada a Lanjarón. En Granada, los productores tienen un almacén donde se reúnen para gestionar y procesar pedidos. Estaba ubicado allí porque es un punto cercano a los diferentes productores en las provincias de Granada, Almería y Jaén. En el resto de las provin­cias, el gerente va directamente a visitar a cada productor y compra lo que más le interesa. En Córdoba, en la zona subbética, hay productores de patata. Los plátanos provienen de un productor ecológico de las Islas Canarias. En la provincia de Jaén hay productores de setas (hongos shitake, setas portobello), queso de cabra (con orégano, menta, aceite, etc.). Otros productos que se pueden encontrar en la cesta son: patatas, batatas, puerros, tomates, acelgas, fresas, kiwi, naranja, mango, espárragos, manzana, cebollas, calabazas, etc. Pronto se incluirá una línea cosmética ecológica, elaborado con aceite de oliva ecológico y aromas de hierbas naturales. Ha sido puesto en manos de di­ferentes profesionales para ello. Los productos están certificados por Sohiscert, el empresario incluso ha logrado abrir una delegación en Úbeda (su sede principal está en Sevilla). Existe un técnico de Sohiscert que colabora con los productores para que cumplan con la trazabilidad del producto.

Funciona de la siguiente manera, se envía una lista a grupos de consumidores y tiendas ecológicas, con los produc­tos disponibles esa semana y se sirven la semana siguiente. En esas listas aparece la trazabilidad de cada producto (quién lo certifica y quién lo produce). Quieren acelerar este proceso a través de pedidos online y alcanzar así todos los rincones posibles.

Actualmente están desarrollando estrategias de marketing y comunicación bastante ambiciosas, con las que pre­tenden sumergirse en los mercados europeos e incluso en los países sudamericanos. Han desarrollado un excelente catálogo, con una presentación y un muy buen formato, con todos los productos que pueden ofrecer.

Desde 2011 se nota que cada vez más consumidores demandan productos ecológicos pero también es consciente de que España en este tema está detrás de muchos países como Alemania, Francia, Suiza, Dinamarca, etc. donde a veces lo complicado es encontrar productos convencionales.

Otro de los objetivos de este proyecto fue la inserción social , por lo que contrataron a una persona con discapacidad para que sea útil en la vida. Hoy se enorgullecen de sea uno de los miembros del personal. Este chico está a cargo del autocontrol y la trazabilidad.

Cuando comenzaron, tenían ayuda para la inserción social, para ser ecológicos, para la paridad entre hombres y mu­jeres. Tenían parte de financiación de los fondos de FEDER y también a través del grupo de desarrollo rural “Adlas”.

Como aspectos negativos, Juan destaca la burocracia. Él nos dice que el estado no está preparado sobre estos temas, y mucho menos hasta donde quieren llegar. Demasiadas exigencias y una gran cantidad de regulaciones muy estandarizadas que no se ajustan al cultivo ecológico.

Como principales desafíos, nos cuenta sobre tener que enfrentarse a las OCAS, Salud, Urbanismo, la Junta de Anda­lucía, etc., que ponen muchos obstáculos a los empresarios.

Con los productores no ha tenido problemas, siempre ha habido una buena comprensión y se han organizado y coordinado bien desde el principio. El problema más importante es encontrar trabajadores competentes, porque ha tenido que contratar a varias personas y no han podido hacer el trabajo correctamente, por lo que actualmente se encarga personalmente hasta contratar a alguien capacitado para ello. Como cada vez hay más demanda de produc­tos ecológicos, comenzamos a ver cursos de formación en escuelas de comercio, por ejemplo, para crear grupos de productores.

Juan ha tenido visitas y colaboraciones con diferentes universidades, que han querido realizar prácticas en su granja o algún tipo de investigación. Eso los beneficia mutuamente.

Se siente satisfecho con lo que ha logrado, pero sabe que debe seguir avanzando, mejorando e innovando como lo está haciendo con la nueva línea de cosméticos.